El 5 de febrero se celebra en algunas ciudades y pueblos de España la festividad de Santa Águeda, en recuerdo a esta Santa siciliana que fue torturada cruelmente y que milagrosamente detuvo la lava del volcán Etna. Ese día «mandan» las mujeres, e incluso, algunos Ayuntamientos ewntregan el bastón de mando a una de ellas. Santa Águeda es la protectora de las mujeres y patrona de las enfermeras.

En mi pueblo, Cabolafuente, lo celebramos cuando éramos pequeñas. había una lucha por ir a coger a la iglesia al toque de la oración. Las niñas llevaban a Santa Águeda, una talla de 1,50 x 50 cm. de madera y los chicos, una pintura vieja y mal cuidad de San Antonio. Al tocar las campanas al alba, al amanecer las chicas cogían de la iglesia a Santa Águeda adelantándose a los chicos.

Acostumbrábamos a pedir por las casas y los cvecinos te daban huevos y patatas. El alcalde ofrecía un cántaro de vino de 10 litros y a cada niño se le repartía un vasito. Se comía en el recreo y se hacía una comida al aire libre.
Tenías que llevar cuchara, tenedor y plato. Estábamos en el colegio con turno partido y no salíamos hasta las 6 de la tarde. Después íbamos a por hierba para los conejos y por la noche hacíamos los deberes.

No teníamos de nada, pero éramos felices.

Clotilde Marco (97 años)